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    1.er Congreso Internacional del Pacto Educativo y DDHH

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En septiembre de 2019 el Papa Francisco realizó una invitación a dialogar sobre el modo en el que estamos construyendo el futuro del planeta y los cambios educativos que se requieren para lograr una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora, poniendo énfasis en el rol que tiene la educación en este sentido.  Un año después llamó a reconstruir el Pacto Educativo Global, determinando cinco campos temáticos de investigación, pidiendo a las universidades que realicen trabajos de investigación científica en esas áreas temáticas, considerando que las mismas constituyen los pilares de la idea de universidad y que la investigación es fundamental para la construcción de la Aldea Educativa Global, donde las universidades de referencia se podrán unir con otras “para delinear las iniciativas, los itinerarios de investigación común y hacer converger las propias aportaciones”, creando redes que permitan además conectarse con la comunidad. En el área temática de “Dignidad y Derechos Humanos”, nuestras instituciones recibieron la propuesta del Arzobispo Ángelo Vicenzo Zani de “realizar investigaciones sobre el tema indicado e involucrar a otras instituciones académicas, católicas y no católicas, para trabajar en red”. 

Considerando esto, como primer paso, hemos decidido la realización del I Congreso Internacional del Pacto Educativo y Derechos Humanos. Reflexiones en tiempos de crisis: democracia, sociedad y naturaleza, que tiene como principal objetivo reunir a investigadores, con el objeto de crear un espacio en donde compartir  y discutir sobre trabajos realizados o en marcha, pero también de identificar temas específicos de investigación y afinidad entre los investigadores, para poder crear grupos de investigación futuros, que puedan desarrollar otras iniciativas en conjunto, ejecutarlas y difundirlas en la comunidad a través de publicaciones, en el área de Dignidad y derechos humanos. 

La meta a largo plazo es poder crear y solidificar redes académicas y de investigación, apoyo e intercambio; para generar diversos tipos de actividades como ser publicaciones, seminarios, encuentros, intercambios que involucren a la mayor cantidad de actores posibles en nuestras comunidades y ayuden a construir la Aldea Educativa Global. 

 

Foco/fundamento del Congreso 

 “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” reza el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, sin embargo, estamos lejos de que este principio se cumpla.  

Históricamente, se han producido fenómenos como la esclavitud, torturas, genocidios, persecuciones ideológicas-religiosas, los cuales han desembocado en la existencia de numerosos grupos excluidos y graves violaciones a los derechos humanos. Si bien estas catástrofes han quedado en el pasado o son menos frecuentes, su impacto en la memoria y la cultura de las comunidades vulneradas es un asunto relevante en términos de configuraciones sociales frente a las injusticias del presente.    

Actualmente, si bien puede hablarse de un abandono de algunas de las prácticas sistemáticas masivas, propias del siglo XX, nos encontramos frente a otros fenómenos adversos, como las migraciones, discriminaciones, violencias, hambrunas, crisis climática, guerras, entre otros, que igualmente vulneran los derechos humanos, excluyen a numerosos grupos y atacan directamente la dignidad de las personas, sumiéndolas en situaciones de desigualdad y pobreza extrema. Por mencionar solo algunos ejemplos actuales, estamos frente a la Guerra de Ucrania, levantamientos internos y enfrentamientos por el poder en África; desplazamientos internos e internacionales como consecuencia de estos hechos, de la persecución y de la falta de condiciones que aseguren no la calidad de vida de las personas, sino la vida misma. En la región latinoamericana vemos los mismos tipos de desplazamientos forzados, que ha tenido como principales comunidades afectadas a los haitianos, venezolanos y centroamericanos que buscan oportunidades para mejorar sus vidas, irónicamente, arriesgando sus vidas, para llegar a Estados Unidos o a algunos países de Sudamérica.   

El mundo actual está cambiando a una velocidad mucho mayor como consecuencia de los avances tecnológicos. Pero estos cambios no son siempre positivos ni impactan de igual forma a todas las personas, pudiéndose observar cómo se replican los patrones de exclusión, desigualdad y falta de acceso a derechos y oportunidades que vienen ocurriendo desde hace siglos.   

El mundo globalizado en el que estamos inmersos provoca que cualquiera de estos sucesos tenga efectos en todo el planeta. Observamos, por ejemplo, que la crisis bélica impacta en una crisis alimenticia, energética, humanitaria, pero también climática, ya que pueden retrotraerse los pequeños avances que se habían tenido para reemplazar la energía que contribuye al calentamiento global a una renovable.  

A nivel regional, no estamos mucho mejor. Latinoamérica se encuentra entre las regiones más desiguales y violentas del planeta. Según el PNUD, la crisis viene dada, por un lado, por la desigualdad (es la segunda región más desigual del mundo); por la violencia (es la más violenta del planeta); y por la corrupción (tiene índices de informalidad altísimos). Recordemos además en este punto las graves persecuciones y crímenes que se cometen contra los defensores de derechos humanos en la región; la repetición constante de los factores que profundizan la desigualdad, (como la concentración del poder político y económico); la violencia estatal, delictual y/o paramilitar; y la falta de políticas sociales efectivas.   

Considerando todo lo anterior, podemos afirmar que nos encontramos frente a un reto enorme: ¿Cómo logramos el respeto, goce y disfrute de los derechos humanos en igualdad de condiciones para todos, garantizando la materialización de la dignidad?  

Existen muchos Tratados de Derechos Humanos donde se plasman todos los derechos fundamentales mínimos que deberían ser garantizados a todas las personas, por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, los Pactos de derechos civiles y políticos; económicos sociales y culturales; acuerdos universales más específicos (CEDAW, Convención de los Derechos del Niño, etc); tratados o acuerdos de carácter regional (Sistema Americano, Sistema Africano, Sistema Europeo); y estos van evolucionando de acuerdo a las necesidades que surgen con los cambios en la sociedad. Respecto de esto, el Papa Francisco, en la encíclica Fratelli Tutti, ha llamado a defender la Carta de Naciones Unidas y a no deslegitimizar a esa organización, dado que es la que a nivel global sigue trabajando por el respeto de los derechos humanos. Asimismo, ha puesto énfasis en los principios y derechos mínimos que deben ser respetados: igualdad fundada en la dignidad humana; no discriminación; respeto de los derechos de los emigrantes; respeto de los derechos de la mujer; y respeto de los derechos de los más débiles (niños, ancianos y pobres).  

 Podemos afirmar entonces, que hay un cierto consenso ideológico – y en papel– de cuáles son los derechos y los estándares mínimos para su alcance y disfrute. Es por ello que resulta llamativo que si bien existe esa claridad y relativo consenso sobre el marco de derechos a nivel global y sobre los principios y estándares como no-discriminación, inclusión, género, esto no parece ser suficiente para asegurar que los derechos sean accesibles a todos, considerando que el contexto global de manera creciente genera condiciones de vulnerabilidad para diversos grupos.  

Ante esto surgen varias preguntas por responder: ¿Cuáles son las causas que dificultan la operatividad? ¿Por qué si se encuentran consensuados es tan difícil respetarlos y garantizar su goce y disfrute? ¿La universalidad de los derechos humanos constituye o se opone a la diversidad cultural? ¿Cómo los derechos humanos empoderan a los sujetos colectivos? ¿En qué medida los derechos humanos ayudar a transformar la ciudadanía nacional frente a los retos de la migración? ¿Cómo han incidido las mujeres y las minorías en la construcción del discurso de derechos humanos? ¿Cómo inciden los movimientos sociales trasnacionales en el cambio normativo de derechos humanos universales?¿Qué papel tienen los derechos humanos en la construcción de una memoria colectiva? ¿Qué rol está desarrollando la educación para dar a conocer estos derechos e internalizarlos en la comunidad? ¿Qué tan necesario es el enfoque histórico e intersectorial para las estrategias pedagógicas orientadas a la educación en derechos humanos?¿Cómo afecta la memoria de pasados de violencia a la articulación entre sociedad y Estado para afrontar las vulneraciones a la dignidad humana en el presente?  

Este Congreso pretende acoger ponencias que reflexionen sobre el proceso de búsqueda de estas respuestas, donde se destaque el rol de la historia y de la memoria, ya que las principales causales o limitantes podrían encontrarse en el pasado y que busquen realizar el análisis basados en la relación pasado-presente de los derechos humanos, poniendo el foco en las continuidades y rupturas que se producen a nivel social, cultural, político y jurídico en cuanto a las formas de comprensión  y de vulneración de los derechos humanos. Asimismo, son bienvenidas las ponencias que exploren la construcción de discursos y movimientos sociales en torno a derechos humanos emergentes, y la educación como una importante herramienta para el fortalecimiento de estos derechos y la creación de una mayor conciencia sobre la importancia de su respeto. 

La Línea Derechos Humanos del Pacto Educativo Global está liderada por  Universidad Católica Silva Henríquez / la Universidad de Notre Dame, Pontificia Universidad Católica de Paraná y Keugh School of Global Affairs

 

 

 

 

 

 

Inscripciones: 3 de abril a 31 de mayo 

Envío de resúmenes: 20 de abril a 30 de mayo 

Comunicación de ponencias aceptadas: 12 a 16 de junio 

Realización del evento: 29 e 30 de junio 

 

  • Educación basada en las personas, con enfoque en derechos humanos. 
  • Jóvenes, política y sociedad. 
  • Género, interseccionalidad y violencia: estudios y/o experiencias acerca del impacto de la violencia en clave de género.  
  • Pueblos indígenas, medio ambiente y crisis climática. 
  • Derechos humanos y memoria. 
Nombre de la mesa Fundamento Coordinador/ es
1 Educación en DDHH En las últimas décadas, en la sociedad se viene revelando el crecimiento de nuevas fuerzas sociales nacidas en la lucha contra las desigualdades e injusticias sociales en busca de la dignidad humana, a través de los principios fundamentales para la construcción de una sociedad libre y armónica para todos.

La expresión de estos anhelos de libertad y democracia, por parte de todo el pueblo, es un instrumento legítimo de consagración de una fuerza política con aspiraciones de justicia social, de protección de la dignidad humana por parte de una población que se reconoce tradicionalmente marginada y excluida.

En respuesta a estos deseos y aspiraciones, es necesario reflexionar sobre los derechos fundamentales, proporcionando medios para garantizar estos derechos y estableciendo responsabilidades para su respeto y promoción.

         En la búsqueda de una sociedad libre y justa para todos, a pesar de la resistencia de los segmentos privilegiados y reconociendo el conocimiento obtenido y su significado histórico y social como circunstancias que implican la lucha por la implementación de la equidad, la Educación como práctica social, histórica y formativa exige principios y mediaciones para comprender cómo se han constituido los derechos y garantías, promoviendo y asegurando la dignidad humana.

Ante las diversas situaciones de marginación e injusticia social, surge con urgencia una educación en y para los derechos humanos, con el fin de construir una sociedad equitativa y menos desigual.

 Los elementos del contexto actual son fenómenos que expresan la inexistencia de presiones eficientes para la eliminación de privilegios, se hace necesario reflexionar sobre lo social como una cuestión política, considerando su construcción histórica marcada por una memoria de explotación e injusticia.

         Este eje acoge trabajos que expresan principios de la Educación en Derechos Humanos, que tienen como objetivo la defensa de la dignidad de la persona humana, de los valores sociales y de la garantía de los derechos fundamentales como elementos básicos de la transformación de la realidad, a través de prácticas participativas, colaborativas, interdisciplinares y contextualizadas en sus más diferentes aspectos, teniendo como conductor la Educación en Derechos Humanos está expresamente vinculada a la producción de una cultura de los derechos humanos, de la democracia y de una sociedad fundada en la dimensión de la justicia social.

Mirian Castellain Guebert
2 “Memorias que desbordan. Debates en torno a las representaciones de pasados/presentes difíciles”. En los estudios sobre memorias y derechos humanos, destaca un aspecto particularmente relevante acerca del modo en que las sociedades (re)elaboran su pasado: las representaciones culturales de hechos de violencia política o crímenes de masas. Es un asunto que pareciera estar adscrito a los debates relativos al derecho humano a saber y trabajar sobre la verdad (en tanto labores propias del conocimiento acerca de lo ocurrido). Sin embargo, es un ámbito que excede los esfuerzos de las agendas legislativas o gubernamentales en materia de reconocimiento y conmemoración. Se trata, más bien, de un problema asociado tanto a los efectos de la violencia en las comunidades, como a las maneras en que los sujetos formulan estrategias de figuración y transmisión del pasado desde tiempos presentes que imponen sus propias interrogantes. Las investigaciones en esta materia, originadas principalmente para responder a la situación de las sociedades post-dictatoriales del Cono Sur americano, han propuesto que las representaciones culturales son un aspecto que, si bien está condicionado por la discusión acerca de las posibilidades éticas de representar el horror, permite una aproximación a las tensiones entre las narrativas colectivas en disputa por la hegemonía de la construcción social del pasado. Si bien la producción en este campo de estudio es notable, evidenciando los más importantes clivajes existentes respecto de la memoria cultural de la figura de las víctimas y los perpetradores, la incorporación de experiencias de otras zonas geográficas de la región latinoamericana ha abierto nuevas discusiones con respecto a las temporalidades con que se construye la relación pasado-presente, los sujetos implicados, la ubicuidad de la violencia, el papel de los medios de transmisión y el cambio generacional. Todos estos elementos afectan de manera desbordante a los tradicionales planteamientos en esta materia.

En consideración de lo anterior, la presente mesa de discusión, titulada “Memorias que desbordan. Debates en torno a las representaciones de pasados/presentes difíciles” se propone generar un espacio de diálogo transgeneracional y transatlántico acerca de los modos de acercamiento al complejo fenómeno de la elaboración del pasado en situaciones en que la historia y la memoria parecen difusas debido, principalmente, a la vigencia de la violencia política. En particular, esta instancia tiene como objetivo abordar, de manera amplia y pensando en posibles puntos de comparación entre las distintas experiencias, los retos que introduce el estudio del lugar de la violencia en el presente, las transformaciones de las narrativas históricas de transmisión y la problematización cultural de la figura de las víctimas y los victimarios en diferentes casos. Nos interesa tratar con, al menos, dos preguntas inquietantes en este ámbito: ¿qué sucede con la recepción social de las representaciones culturales (en especial, en propuestas que no cuentan con elementos de mediación, como la televisión y el cine)? y ¿qué lugar tienen las memorias de resistencia, la figura del perpetrador y las causas de la violencia en las estrategias de representación? De este modo, esta mesa plantea ser una contribución a la ampliación de los horizontes del conocimiento acerca de las formas en que las sociedades contemporáneas recrean su pasado, a partir del abordaje crítico de la representación cultural de hechos, figuras y situaciones que generan controversias respecto de la identidad colectiva y los relatos sociales hegemónicos.

 Omar Sagredo y Evelyn Hevia Jordán
3 “Cultura política, ciudadanía y derechos humanos: percepciones, actitudes, valoraciones, preferencias y aspiraciones de los jóvenes en una sociedad globalizada”. La cultura política de los jóvenes es un tema de gran relevancia en la actualidad, ya que los jóvenes son un sector importante de la población y tienen un papel fundamental en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. En este sentido, es necesario reflexionar sobre la manera en que los jóvenes se relacionan con la política, cómo entienden su papel como ciudadanos y cómo promueven y defienden los derechos humanos. La relación entre la política y la juventud refleja distintas crisis. La apatía y el desinterés en la participación está vinculada además con varios obstáculos presentes en el desarrollo y participación de los jóvenes en la sociedad, como por ejemplo su inclusión laboral y el desarrollo de competencias para un mundo global.

La cultura política se refiere a las creencias, valores, actitudes y comportamientos que los individuos tienen respecto de la política y a la participación ciudadana. En el caso de los jóvenes, es fundamental analizar su percepción de la política y de la democracia, así como su grado de involucramiento en los procesos políticos y su participación en la toma de decisiones que afectan su entorno. Por otro lado, la ciudadanía es un concepto que implica derechos y deberes, y se relaciona con la participación activa de los individuos en la vida política y social de su comunidad. En el caso de los jóvenes, es importante fomentar su formación ciudadana y promover su participación activa en los asuntos públicos, para que puedan contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y democrática. 

Finalmente, los derechos humanos son un tema de gran relevancia en cualquier discusión sobre ciudadanía y cultura política. Los jóvenes deben entender la importancia de los derechos humanos y su papel como ciudadanos responsables en la defensa y promoción de los mismos. En resumen, esta mesa temática busca reflexionar sobre la cultura política de los jóvenes, su papel como ciudadanos y la defensa de los derechos humanos en un mundo cada vez más complejo y cambiante.

Shirley Franco
4 Pueblos indígenas, medio ambiente, crisis climática y sustentabilidad: ¿es posible pensar en una forma más respetuosa de convivencia? Si bien el cambio climático y la crisis ambiental nos afectan a todos, impactan de diferentes formas a los pueblos indígenas, tanto sobre sus territorios y formas de vida, como también en cuanto a las políticas o acciones que se desarrollan para hacer frente a los problemas actuales. Respecto de estas últimas, es importante considerar, que las comunidades indígenas son agentes fundamentales en la mitigación del cambio climático.

Por varios siglos, los pueblos indígenas han sido víctimas de la desposesión, el traslado forzoso, el desconocimiento de sus derechos a la identidad cultural, íntimamente vinculada a la propiedad y posesión de sus territorios. Esta situación no ha cambiado demasiado en la actualidad, en la cual las grandes empresas extractivas o de explotación de recursos continúan privándolos de sus derechos y afectando los ecosistemas, con las graves consecuencias que se observan en el medio ambiente, sumido en una crisis que cada vez está más cerca del punto de no retorno.

Es así como los pueblos indígenas se enfrentan a amenazas que ponen en riesgo su identidad, cultura, formas de vida y cosmovisión; pero, también, esos mismos elementos los transforman en sujetos primordiales en la lucha contra el cambio climático, la mitigación de sus efectos y la búsqueda de nuevas formas de convivencia con el medio ambiente, basadas en el respeto y la sustentabilidad. Es por esto último, que los principales organismos internacionales han expresado que los pueblos indígenas se erigen en protectores de la tierra, que la naturaleza los necesita, reconociendo el nivel de conservación en el que se encuentran los ecosistemas que están en el territorio y bajo el cuidado de estas comunidades frente a los demás territorios.

Tomando en consideración lo precedente, este panel invita a todos los investigadores que quieran presentar ponencias, en las que reflexionen, desde diversas perspectivas, sobre la situación actual de los pueblos indígenas frente al cambio climático y la crisis ambiental y a su función como agentes de cambio en la búsqueda de un planeta más sostenible.

Nathalia Da Costa
5 Desigualdad de género, interseccionalidad y violencia contra las mujeres en la sociedad La desigualdad de género deriva del proceso de socialización de los individuos y los grupos en la sociedad. Las formas de poder entre géneros varían según la cultura, la religión, la economía, las clases sociales, la raza y los momentos históricos.

El concepto de interseccionalidad surgió en los movimientos sociales y en el mundo académico, a partir de los debates del feminismo negro, y sugiere que las relaciones de género, raza, sexualidad y otros marcadores sociales están conectadas y son inseparables.

Según Bilge (2009), la interseccionalidad busca comprender la complejidad de las identidades y las desigualdades sociales a través de un enfoque integrado. Como herramienta de análisis, la interseccionalidad considera que las categorías de raza, clase, género, orientación sexual, nacionalidad, capacidad, etnia y grupo de edad, entre otras, están interrelacionadas y se moldean mutuamente, por lo que es una forma de entender y explicar la complejidad del mundo, las personas y las experiencias humanas.

El término fue utilizado por primera vez, para denotar la interdependencia de las relaciones de poder de raza, género y clase, en un texto de la jurista afroamericana Kimberlé W. Crenshaw (1989).  Según Hirata (2014), la jurista afroamericana Kimberlé W. Crenshaw (1989) utiliza por primera vez el término interseccionalidad para designar la interdependencia de las relaciones de poder centrándose, principalmente, en las intersecciones de raza y género, abordando parcial o periféricamente la clase o la sexualidad.

Crenshaw propone la subdivisión en dos categorías (Hirata ,2014):

1.ª) Interseccionalidad estructural: posición de las mujeres de color en la intersección de raza y género y las consecuencias en la experiencia de la violencia conyugal y la violación, y las formas de responder a dicha violencia.

 2º) Interseccionalidad política: las políticas feministas y las políticas antirracistas que tienen como consecuencia la marginación de la cuestión de la violencia en relación con las mujeres de color.

El tema de la interseccionalidad contribuye al análisis y confrontación de los discursos y prácticas sociales que sustentan las desigualdades, exclusiones y violencias que afectan a muchas mujeres en nuestra sociedad.

La propuesta pretende acoger trabajos que discutan las desigualdades de género, articulando la interseccionalidad y la violencia contra las mujeres en la sociedad, así como también trabajos desarrollados en ONGs, institutos de investigación, universidades, escuelas, grupos de estudio, grupos de investigación, con propuestas de etnografías, revisiones teóricas y metodológicas, informes e investigaciones concluidas o en curso.

Sandra María Mattar Díaz

 

Programa Congreso Internacional Pacto Educativo Global

 

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