Revisa esta noticia en Senado.cl y Contraplano.

En solemne ceremonia realizada en el ex Congreso Nacional, se presentó el libro “Embajadoras Culturales – Mujeres Latinoamericanas y Vida Diplomática – 1860 – 1960”, escrito a tres voces desde Chile, Argentina y México. Por parte de la Universidad Católica Silva Henríquez, la académica e investigadora Marina Alvarado, además de Alexandra Pita y Paula Bruno. 

La actividad contó con la presentación de la senadora Yasna Provoste, la decana de Humanidades de la Universidad de Santiago, Cristina Moyano; el Director del Doctorado en Ciencias Sociales con mención en Estudios de Juventud USCH, el historiador Víctor Muñoz; y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes Torrijos. En representación de la Universidad asistieron el rector, dr. Galvarino Jofré sdb; la directora de Calidad, dra. Ximena Canelo; y los decanos de las facultades de Educación y Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas, Luis Valenzuela y Héctor Cavieres, respectivamente. 

El libro se divide en tres partes, que centran la atención en las trayectorias de mujeres provenientes de Chile, Argentina, Estados Unidos y México, recorriendo distintos espacios su vida diplomática desde una perspectiva íntima, del día a día. El trabajo es fruto de una colaboración entre universidades, estados y países, bajo la dirección del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, organismo especializado de la OEA, que ha logrado recuperar para la vista de todas y todos, las huellas del paso por nuestro continente de grandes mujeres. “Somos tres mujeres que nos reunimos a propósito del interés común por revisar las formas en que se ha ido desarrollando el espacio de la mujer a nivel político, social, cultural, intelectual. Las tres fuimos apoyo para cada cual, investigar en tiempos de pandemia y con poca documentación, no fue un ejercicio fácil”, dice Marina Alvarado, académica de la Escuela de Artes y Humanidades UCSH. 

“Es para mí un motivo de honor y de alegría estar presentando este libro, que América Latina le debía a un grupo extraordinario de mujeres que han aportado a la hermandad de nuestros pueblos. Las huellas estaban ahí para quienes quisieran verlas, ocultar gigantes no es fácil, y los que saben recuperar su historia, preparan un mejor porvenir. Por eso, este es un día de alegría y de renovada confianza en el futuro de nuestro continente, por sentir orgullo de lo que han hecho otras mujeres, porque para saber es necesario poder contar estas historias.”, expresó la senadora Yasna Provoste, quien además es presidenta de la comisión de Educación y Cultura del Senado.  

La parlamentaria añade: “este es momento importante desde el punto de vista de la trascendencia y el reconocimiento a la visibilidad de las mujeres, y como decimos siempre en el mundo de la pedagogía, nadie puede enseñar lo que no conoce. Esa es la importancia de que hoy, en este libro, se recojan los aportes de tantas mujeres, las historias de Eduarda Mansilla, Guillermina y Ángela Oliveira César, Carmen Bascuñán, Emilia Herrera, Amanda Labarca, o el paso deslumbrante de Gabriela Mistral en extraordinaria compañía y amistad con Palma Guillén y Concha Romero. Son 100 años los que desfilan por estas páginas que dejan con muchas más ganas de saber, de conocer más a fondo, de dar las gracias por la existencia de personas tan valiosas, de proseguir con una historia que ha continuado hasta nuestros días. Gracias a Marina, Paula y Alexandra por, de alguna forma, pagar esta deuda que teníamos como sociedad en justicia para las mujeres”. 

Por su parte, la investigadora Marina Alvarado reflexionó respecto de la invisibilización y marginación de las mujeres en los espacios literarios e intelectuales, que “no sólo responde a una cuestión de tradición, también responde a la forma en que, una vez más, los espacios públicos y privados pugnan: los hijos, la familia, los padres forman parte también de la vida de esas mujeres, y en este libro intentamos destacar no sólo las redes intelectuales de quienes son las protagonistas, sino también esas trayectorias íntimas”.  

Y cita el ejemplo de Emilia Herrera de Toro (suegra del Presidente José Manuel Balmaceda), la chilena que recibió a los argentinos exiliados en 1937, como Mitre, Alberdi, Rodríguez Peña, Sarmiento, en la Hacienda del Águila. “Ella era nieta de Paula Jaraquemada, quien también tuvo una participación muy particular en lo referente al Ejército Libertador de Los Andes y es conocida dentro de nuestras leyendas locales a propósito de su fuerza y entereza. ¿Podríamos decir que la de Herrera de Toro es una entereza y un republicanismo heredado? Tal vez, pero una mujer fue quien la formó y quien le entrega la fuerza y herramientas para que ella pueda seguir con esa misma visión”, agrega. 

“Quienes me acompañan hoy forman parte de mi propia trayectoria como investigadora, yo no podría investigar si no contara con el apoyo de la dirección de investigación y postgrado de la Universidad Católica Silva Henríquez, sin el apoyo de la decanatura y de la rectoría”, concluye. 

Revive la presentación AQUÍ.