Al encuentro, realizado en la Fundación Cristo Joven, sede Lo Hermida, asistieron el Rector de la Universidad, Dr. Galvarino Jofré Araya; el Director Ejecutivo de la Fundación Cristo Joven, Justo Pastor Valdés Manzanares; la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, Disonara Ortega González; la Directora de la Escuela de Trabajo Social (I), Wendy Godoy Ormazábal; la Coordinadora Ejecutiva Aprendizaje Servicio de la Dirección de Innovación, Creación y Emprendimiento, Paula Bórquez Carvallo, entre otros docentes y estudiantes. Desde La Fundación Cristo Joven participaron, además de Richard Contreras Coordinador de Programas, funcionarias y funcionarios que han formado parte de esta experiencia.

El director de la Fundación Cristo Joven agradeció a la Universidad por el estrecho trabajo realizado en Lo Hermida. “Estamos cumpliendo 32  años y nuestro gran compañero de camino ha sido la Universidad Católica Silva Henríquez. Por aquí han pasado aproximadamente 350 alumnos en 20 años, en una experiencia sistemática y sistematizada que nos ha permitido mejorar la calidad de atención a las familias, y prevenir situaciones de vulneración en la primera infancia”.

Por su parte, el Rector de la UCSH resaltó la importancia de este tipo de prácticas de aprendizaje-servicio que promueven el enriquecimiento mutuo de las organizaciones. “Le llamamos aprendizaje servicio porque nos vinculamos para aprender y nutrir nuestros procesos formativos. Pero también buscamos ser un aporte para ustedes. Es decir, esta bidireccionalidad tensiona nuestros procesos con los desafíos que presenta el contexto, donde los alumnos desempeñarán su profesión”.

En la ocasión, la directora de la Escuela de Trabajo Social, Wendy Godoy, realizó una exposición sobre la historia del Programa recordando sus inicios en la búsqueda innovación metodológica y producción de conocimiento, encontrando en la Fundación Cristo Joven “un espacio propicio para desarrollar un intercambio virtuoso de experiencias de aprendizaje colaborativo y que promoviera la participación protagónica de nuestras y nuestros estudiantes. El trabajo de intervención favorece en los estudiantes la ampliación de conocimientos y la reflexión crítica en la interpretación de fenómenos sociales, ya que desarrollan sus capacidades y habilidades profesionales, al aplicar técnicas e instrumentos que facilitan el registro de  información social, y aprenden a reconocer las intersubjetividades en el vínculo que establecen con diversos actores”.

Por último, este tipo de alianza favorece a la valoración del uso de metodologías activas y el ejercicio de la docencia situada, que trasciende a los modelos educativos tradicionales En este sentido, la académica Paulina Saldías encargada de coordinar este aprendizaje-servicio (A+S) señaló que los estudiantes “aprenden de la realidad concreta a través de la entrevista de detección de vulneraciones de derecho como herramientas básicas de diagnóstico e intervención propias del trabajo social, incorporando a su vez, la visita domiciliara y el informe social. Este diagnóstico, permite detectar en conjunto por las educadoras de párvulo de la Fundación algunas situaciones que sirven luego de insumo para trabajos de intervención social de prácticas de alumnos de tercero y quinto año, e incluso, en investigaciones  de fin de grado”.

En el encuentro también participó Víctor Gallardo Paredes, profesor de la Escuela de Psicología, quien comprometió generar un trabajo con estudiantes de la carrera para originar en un futuro, duplas psicosociales.

Encuentro Fundación Cristo Joven "20 años de trabajo colaborativo en favor de la niñez"

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