Marketing Verde: una propuesta de creación de valor
Vía ANDA
El acelerado crecimiento industrial ha ocasionado el deterioro progresivo del ambiente, debido a los desperdicios generados en las operaciones de manufactura y el uso inconsciente de los recursos naturales, originando daños ambientales provocados por un uso indiscriminado de la tierra, el agua, los recursos forestales y la pesca; una creciente escasez de energía, particularmente la convencional; y una tensión climática a partir de los cambios en la composición de la atmósfera de la tierra.
Sin embargo, en los últimos años se aprecia una mayor conciencia sobre acciones que mitiguen los daños o afectaciones que se dan en las prácticas de las empresas, con el fin de ralentizar y frenar el daño ambiental. Esta preocupación se deriva de las demandas sociales que enfatizan en que se traslade al sector empresarial y a los consumidores una conciencia de protección del medio ambiente y de la naturaleza.
Es en este escenario, en el desarrollo de las tendencias del marketing, que ha surgido el marketing verde, un nuevo concepto que integra las necesidades de la empresa, de las personas y de la sociedad, y que es considerado como la integración de factores medioambientales con funciones propias del marketing tradicional.
Se establece la importancia de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que representan uno de los mayores consensos a nivel global y que fueron acordados en el año 2015 por los 193 países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas; y, en consecuencia, se evidencia que es necesario un cambio en los modelos de producción y comercialización, así como la modificación de las pautas de consumo para lograr minimizar los impactos ambientales.
Por tanto, las empresas han asumido el compromiso de cambiar la forma en que producen bienes y servicios, priorizando el cuidado ambiental. Lo han hecho en un contexto global donde la sostenibilidad y la responsabilidad social ocupan un lugar central, ya sea por iniciativa propia y/o porque los cambios culturales han traído consigo un nuevo perfil de consumidores, en particular de los jóvenes, que se caracteriza por una noción de responsabilidad más arraigada y sensible con el medio ambiente.
El comportamiento de compra de este nuevo tipo de consumidores está impulsado por una mayor conciencia del impacto ambiental y una tendencia creciente hacia la adquisición de productos ecológicos. Estas personas se auto perciben como conscientes con la naturaleza y con el consumo responsable, por cuanto tienen la idea de cuidar y preservar el medio ambiente para las futuras generaciones.
Dado esto, con el enfoque de marketing verde las empresas aplican principios del marketing que contribuyen al cuidado del medio ambiente y su conservación y sostenibilidad, y, por consiguiente, se acredita al consumidor que el producto adquirido cumple con las necesidades funcionales y simbólicas, y con el debido resguardo de su impacto ambiental.
Este tipo de marketing debe entenderse como un compromiso de las empresas con el desarrollo de bienes y servicios seguros y ecológicos, por cuanto no solo toman en cuenta las necesidades de los consumidores, sino también el bienestar de todos los individuos que componen la estructura social.
Es por lo anterior que el marketing verde se ha transformado en el generador de creación de valor para las empresas, por cuanto su concepción implica la promoción de productos, servicios o iniciativas que sean ambientalmente sostenibles. Se considera la oferta de productos y/o servicios verdes, considerados como aquellos en donde sus producciones son ecoamigables, lo que provoca menos daños al medio ambiente y contribuye a la sostenibilidad.
Y es así porque este tipo de marketing está fundamentalmente basado en cómo los clientes reaccionan ante la naturaleza o el fin de consumo de sus productos o servicios, lo que significa que tanto las empresas como los individuos colaboran en la búsqueda del desarrollo sostenible, lo cual está en línea con el objetivo principal de la Agenda Mundial 2030 que es promover un cambio transformador hacia la sostenibilidad en los ámbitos económico, social y ambiental.
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