Analítica empírica y habilidades clave: decidir la carrera con datos informados

13 de Enero 2025
Categoría: Columna FIE Prensa

Vía El Dínamo

En Chile, plataformas como Mi Futuro, del Ministerio de Educación, y el Observatorio Laboral del SENCE han democratizado el acceso a información relevante sobre educación superior. Estos recursos ofrecen estadísticas sobre empleabilidad, ingresos promedio, costos de matrícula y duración de las carreras, datos que los estudiantes pueden emplear para orientar su elección.

La elección de una carrera profesional es un momento crucial para los estudiantes que buscan definir su futuro. Este proceso está cargado de expectativas, incertidumbres y, en muchas ocasiones, información confusa o insuficiente. Sin embargo, en la era de los datos, la analítica empírica emerge como una herramienta poderosa para tomar decisiones más informadas. A pesar de no contar con formación especializada en gestión de datos, muchos estudiantes han comenzado a desarrollar habilidades clave de manera empírica, utilizando los recursos disponibles para analizar tendencias, evaluar opciones y trazar un camino hacia el éxito educativo y profesional.

En Chile, plataformas como Mi Futuro, del Ministerio de Educación, y el Observatorio Laboral del SENCE han democratizado el acceso a información relevante sobre educación superior. Estos recursos ofrecen estadísticas sobre empleabilidad, ingresos promedio, costos de matrícula y duración de las carreras, datos que los estudiantes pueden emplear para orientar su elección. Por ejemplo, según Mi Futuro, las carreras tecnológicas, como ingeniería en informática, destacan con tasas de empleabilidad cercanas al 87% en el primer año de egreso, mientras que áreas como humanidades y artes registran cifras más bajas. Esta información permite contrastar opciones con mayor objetividad, dando a los estudiantes una visión clara de las proyecciones laborales.

Aunque la mayoría de los estudiantes no tiene un conocimiento avanzado en analítica de datos, utilizan estrategias prácticas para procesar la información. Algunos recurren a herramientas simples como hojas de cálculo para organizar y comparar datos como costos, duración de las carreras y tasas de empleabilidad. Otros combinan estadísticas oficiales con testimonios en redes sociales o foros en línea, creando una base más completa para su toma de decisiones. Estas prácticas demuestran cómo, a través del enfoque empírico, los jóvenes desarrollan habilidades clave como el pensamiento crítico, la organización de información y la capacidad de identificar patrones y tendencias.

La analítica empírica no solo ayuda a comparar opciones; también permite a los estudiantes mitigar riesgos. Según el Observatorio Laboral, carreras como ingeniería en software ofrecen altos niveles de empleabilidad y proyecciones salariales favorables, con ingresos promedio que superan los $1,200,000 CLP al quinto año de egreso.

Contrariamente, carreras en áreas como artes visuales presentan ingresos significativamente menores, alrededor de $700,000 CLP. Al comprender estas diferencias, los estudiantes pueden tomar decisiones informadas sobre qué carreras son más viables económicamente y cuáles se alinean mejor con sus intereses y metas a largo plazo.

Por otra parte, la elección de una carrera no se basa únicamente en cifras económicas o tasas de empleabilidad. También es importante considerar factores personales como intereses, habilidades y valores. Aquí es donde la interpretación adecuada de los datos desempeña un rol crucial. Los estudiantes que aplican una analítica empírica efectiva desarrollan competencias esenciales como la evaluación de fuentes confiables, la síntesis de información compleja y la toma de decisiones fundamentadas. Estas habilidades no solo son útiles para elegir una carrera, además preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos del ámbito académico y profesional.

En este contexto, las instituciones educativas también tienen un papel importante. Proveer talleres de orientación vocacional que incluyan la interpretación de datos laborales o entrenar a los estudiantes en el uso de herramientas básicas de análisis puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo, aprender a leer gráficos, tablas y tendencias puede facilitar el acceso a información clave y empoderar a los estudiantes para tomar decisiones más fundamentadas.

En resumen, la analítica empírica y las habilidades clave como el pensamiento crítico y la organización de información se han convertido en elementos esenciales para elegir una carrera de manera informada. En un mundo donde los datos están cada vez más disponibles, la capacidad de utilizarlos efectivamente no solo ayuda a los estudiantes a tomar decisiones acertadas, sino que también contribuye a formar profesionales más preparados y adaptados a las demandas del futuro. Con el apoyo de recursos confiables y el desarrollo de competencias analíticas básicas, los estudiantes tienen la oportunidad de transformar un proceso complejo en una decisión estratégica que marcará el rumbo de sus vidas.

Irisysleyer Barrios, académica Facultad de Ingeniería y Empresa UCSH

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